JORNADAS DE PUERTAS ABIERTAS
DEL ARCHIVO
HISTÓRICO MUNICIPAL DE ARCHIDONA
El
pasado 1 de julio, dentro de la programación cultural para dicho mes, desde la
Biblioteca Pública Municipal “Dr. Ricardo Conejo Ramilo”, en colaboración con
el equipo directivo de Rayya y a petición de la concejala de Cultura, Carmen
Romero, abrimos el Archivo Histórico Municipal (AHMA) y se expusieron en sus
vitrinas los libros de las Respuestas Particulares del Catastro del Marqués de
la Ensenada, es decir, el “Libro de Fincas
Seculares para seglares” y los “Libros de Fincas Regulares para clérigos e instituciones
eclesiásticas. Como se pueden ver en estas fotos:
Fotos: Manuel Garrido Pérez.
En
mi vida laboral como Archivera-Bibliotecaria de este Ilustre Ayuntamiento de
Archidona son tres ya las jornadas de puertas abiertas que se han realizado y
puedo asegurar que, a pesar del general desconocimiento de la población en
temas archivísticos y documentales, la respuesta ha sido muy satisfactoria: 46
personas han asistido al evento.
Desde el equipo directivo de Rayya, apoyamos dicha iniciativa, auspiciada por la Concejalía de Cultura y realizada por la Biblioteca Municipal, e insistimos en el empeño de que nuestro rico patrimonio documental no quede en el olvido, ni caiga en el descuido, al tiempo que apostamos por su difusión entre la ciudadanía.
EL CATASTRO DE ENSENADA
EN EL ARCHIVO HISTÓRICO MUNICIPAL DE ARCHIDONA
El documento conocido como Catastro del Marqués de la Ensenada o
“Catastro de Ensenada” fue en su origen un ambicioso proyecto de reforma
fiscal, puesto en marcha durante el reinado de Fernando VI, con el que se
pretendía, entre otras cosas:
-Simplificar el
anticuado y complejo sistema de rentas provinciales o tributos sobre el consumo
(alcabalas, millones, cientos, tercias, etc.), agrupándolas en un solo impuesto
o Única Contribución,
distribuyendo la riqueza imponible en dos ramos: el de “lo real” (gravaba
bienes y rentas) y el de “lo personal” (gravaba los ingresos derivados de la
actuación profesional, fuese de tipo artesanal, liberal o comercial).
-Crear un sistema de
recaudación fiscal gestionado directamente por la Corona, más eficaz y sin la
intervención de intermediarios o arrendadores de rentas.
-Extender a toda la
población las cargas impositivas de manera proporcional a la riqueza de cada
individuo, acabando con los privilegios fiscales de la nobleza y del clero,
tradicionalmente exentos de pagar impuestos.
Por todo ello, se puede considerar
el “Catastro de Ensenada”, como el instrumento previo a “la primera declaración
de la renta” y la más antigua y exhaustiva encuesta realizada sobre los pueblos
de la Corona de Castilla a mediados del siglo XVIII.
En el año 1749, el monarca dicta un
Real Decreto para que se lleve a cabo la redacción de un catastro, averiguación
o pesquisa, en el que constase la riqueza de todos los pobladores de los casi
15.000 pueblos que se repartían entre las veintidós provincias del Reino de
Castilla. La ardua tarea fue encomendada a Zenón de Somodevilla y Bengoechea,
Marqués de la Ensenada (1707-1781), de ahí el nombre con que es conocido el
proyecto.
Tan compleja y exhaustiva labor de
registro y evaluación hacendística se realizó por funcionarios reales, los
Intendentes Provinciales, que, en la visita a cada localidad, fueron
recogiendo, en formularios y memoriales, la información suministrada por las
declaraciones particulares de cada unidad familiar y de las distintas
instituciones referida a sus ingresos provenientes del trabajo, patrimonio y
rentas; peritos de la administración comprobaban la veracidad de los datos y,
asesorados por las autoridades locales y por aquellos individuos buenos
conocedores del pueblo y de sus vecinos, asignaban el valor fiscal de los
bienes y rentas registrados.
El “Catastro de Ensenada” se
compone de las llamadas Respuestas Generales, un cuestionario de 40 preguntas
sobre el municipio o concejo a catastrar (nombre del pueblo, límites,
jurisdicción, fuentes de riqueza de los vecinos y del Concejo, incluyendo
campos, casas, cultivos, ganadería, comercio e industria, número de
contribuyentes, etc.); y de las Respuestas Particulares, libros registro de
haciendas, también llamados de “lo raíz” o de “lo real”, elaborados a partir de
las declaraciones individuales de los titulares de bienes, distinguiéndose
entre seglares o seculares y eclesiásticos o regulares. En estas averiguaciones
personales se reseñaban detalladamente el oficio y las propiedades de casa
vecino: casas, fincas, ganados y rentas.
Las Respuestas Generales se conservan en diversos Archivos
Estatales. Concretamente, el Archivo General de Simancas custodia la copia
compulsada completa de las contestaciones de todas las localidades de la Corona
de Castilla. Por razones de conservación, en los años ochenta se microfilmaron y,
posteriormente, se digitalizaron para facilitar el acceso desde el Portal de
Archivos Españoles (PARES), del Ministerio de Cultura y Deporte.
Copias de los libros de las Respuestas Particulares quedaron
depositadas, desde el año 1756, en los ayuntamientos de los municipios
catastrados, como es el caso de Archidona, en cuyo Archivo Histórico Municipal
se conservan con las signaturas 305 y 306, los Libros de Fincas Seculares, para
los seglares; y, con la signatura 307, el Libro de Fincas Regulares, para
clérigos e instituciones eclesiásticas.
Debido a la propia complejidad del proyecto y a la resistencia de los
estamentos privilegiados y de los poderes locales, este enorme esfuerzo
administrativo, realizado entre abril de 1750 y el mismo mes de 1757, no se
puso en práctica y la moderna e ilustrada reforma de la hacienda quedó
abandonada definitivamente en 1779.
Nota aclaratoria.
El Diccionario de la Academia de la Lengua define el término
“catastro” como censo oficial estadístico de la riqueza urbana y rústica de un
país. Pero también dice la Academia que “catastro” es la contribución real que
se paga sobre rentas fijas y posesiones. Ambas acepciones son aquí procedentes,
pues, tras la pesquisa, se había previsto establecer una contribución única, o
catastro, consistente en el pago anual de un porcentaje, el mismo para todos,
sobre la base imponible resultante del valor dado a los bienes y rentas de cada
sujeto fiscal. El que la averiguación llevada a cabo sea conocida como “de
Ensenada” se debe a haberse realizado bajo el impulso político y la dirección
inicial de don Zenón de Somodevilla y Bengoechea (1702-1781), I marqués de la
Ensenada, Secretario de Estado y del Despacho Universal de Hacienda,
Guerra-Marina e Indias entre 1743 y 1754.
Equipo de Redacción de la Revista Rayya.