Casi terminando el año, Rayya ha vuelto a presentarse ante sus lectores; y, en esta ocasión, lo ha hecho sin las acostumbradas restricciones sanitarias y con la presencia de colaboradores, lectores, concejala de cultura y alcaldesa. Ha sido un acto doblemente emotivo: por el reencuentro personal y por los dieciocho números de la revista, que suponen, simbólicamente, su mayoría de edad.
Alcanzar la edad
adulta conlleva un momento de inflexión, de cambio, que para Rayya debe servir de incentivo para
asentarse de forma firme y estable en los estudios de historia local. Ello
implica repensar, detenidamente, cómo debe plantearse la futura madurez de la
Revista.
El número 18 de Rayya mantiene las secciones habituales
de la Segunda Época. En la cubierta, un ventanal nos asoma al paisaje y nos
deja entrever, en sus cuarterones, cuatro panorámicas históricas de Archidona y
su entorno que, de manera más o menos idealizada, nos muestran un pueblo vivo y
en movimiento: su naturaleza, su caserío, sus gentes… Magistralmente, Juan
Jesús Bravo explica el significado y el valor historiográfico de estos grabados
protagonistas de la cubierta.
Francisco Jiménez,
en un excelente artículo titulado Las primeras vistas panorámicas de
Archidona desde el siglo XVI, analiza
de manera pormenorizada estos cuatro grabados, describiendo las primeras trazas
urbanas y los monumentos más emblemáticos que en ellos aparecen, e
interpretando algunos de los aspectos de la vida cotidiana representados. El
autor trata, muy atinadamente, de reconstruir con fotografías la ubicación desde
la que Georg Hoefnagel, en 1564, dibujó el conocido grabado publicado en la
obra Civitates Orbis Terrarum.
Alberto Castro Tirado y Manuel Gemar Alcaraz presentan la primera parte de un denso y completo trabajo genealógico sobre el origen castellano (Xema y Navasfrías) del frecuente apellido archidonés de los Gemar en Del origen del apellido archidonés Gemar y de las familias que lo han extendido. Parte I (siglos XVI-XVII).
Aspectos fundamentales sobre la recuperación del patrimonio local son detallados, documental y gráficamente, en el trabajo de la Restauradora y Conservadora Lucía Díaz Garrido. Su artículo Proyectos de intervención y restauración en la Alcazaba de Archidona muestra un exhaustivo recorrido temporal sobre las intervenciones y restauraciones llevadas a cabo sobre la fortaleza archidonesa.
En la corriente historiográfica llamada Cultural History of Animals o Zoohistoire se inscribe el artículo de Juan Luis Espejo sobre Alimañas y alimañeros. La caza del lobo y el zorro en Archidona a finales del siglo XVIII. En él se lleva a cabo una aproximación al desarrollo histórico del exterminio de animales nocivos, tratando de datar y cuantificar dicho proceso.
Un tipo de conflictividad social poco conocido
es el originado durante la Edad Moderna por las levas y alojamientos de
soldados en villas y ciudades. Aunque solían ser frecuentes los enfrentamientos
causados por los desmanes de la soldadesca, así como por la resistencia de los
lugareños a que sus pertenencias fuesen saqueadas, apenas queda constancia
documental de los sucesos. Unos interesantes documentos han permitido que
Manuel Garrido Pérez dé a conocer los gravísimos incidentes acaecidos en
Archidona, en el año 1586, en su artículo Conflictividad social en la
Archidona de los Austrias. Los archidoneses contra el Rey (1586-1587).
En la sección Documentos para la Historia de Archidona, Antonio Gozálvez Escobar presenta La carta de adhesión y lealtad que la Villa de Archidona envía a Fernando VII (1808), en plena invasión napoleónica. El sugestivo texto refleja los avatares de aquellos convulsos años.
Completa el sumario la clarificadora reseña bibliográfica realizada por José María González-Serna Sánchez sobre el libro de José Luis Nuevo Ábalos titulado Miguel Cabello Valboa o la invención de la novela incaica.