Autora: Pepa Checa. Fecha de realización: 2022.
Motivo: pesebre de escayola sobre vista de la Peña de los Enamorados realizado en óleo sobre lienzo.
Autora: Pepa Checa. Fecha de realización: 2022.
Motivo: pesebre de escayola sobre vista de la Peña de los Enamorados realizado en óleo sobre lienzo.
El domingo
17 de diciembre se ha presentado el número 19 de la revista Rayya. Revista sobre la historia y el
patrimonio de Archidona y la Comarca Nororiental de Málaga. El lugar
elegido para el evento ha sido la sala de lectura y consulta de la antigua
Biblioteca y Archivo Municipal, en calle Pilarejo, espacio en donde surgió la
idea de su creación. Sin duda, todo un acierto recuperar un ambiente singular
en el que libros y legajos, allí atesorados, desvelan nuestro pasado.
Rayya, pues, continúa adelante con la confianza y el apoyo del nuevo equipo de
gobierno municipal, como también los tuvo de los equipos que le han precedido,
entendiendo la importancia que para Archidona tienen el conocimiento y difusión
de su historia y su patrimonio.
En esta
ocasión, la revista ha querido ensalzar, con sus contenidos, algunos ejemplos
del estimable patrimonio humano del que este pueblo debe enorgullecerse. Ya sea
actuando colectiva o individualmente, estas mujeres y hombres mostraron su
generosidad entregando a la comunidad su esfuerzo personal, su dinero o su
talento; en la mayoría de las ocasiones de manera altruista.
En la
cubierta, un imponente y majestuoso olivo gordal representa el trabajo
continuado de generaciones de aceituneros que con su quehacer poblaron de verde
oliva nuestros campos. La imagen permite ilustrar las palabras de Francisco
Jiménez sobre la necesidad de conservar esta variedad autóctona centenaria,
denominada gordal de Archidona, que
produce un aceite suave y dulce extraído en nuestros molinos y almazaras, desde
tiempo inmemorial, gracias a la laboriosidad y esfuerzo de maestros y operarios.
Este ancestral proceso de producción, ya en desuso, es analizado pormenorizadamente
por Rocío González en su artículo sobre la Cooperativa “La Purísima”, siguiendo
los testimonios y vivencias de sus trabajadores.
La obra de
dos artistas archidoneses, el escultor barroco Julián Roldán y el pintor
contemporáneo Perdiguero, ha contribuido a propagar con su talento el nombre de
nuestro pueblo. Sendos trabajos de José Luis Romero, sobre el escultor, y de
José Manuel Sanjuán, hijo del pintor, indagan sobre su vida y obra, completando
el texto con una magnífica muestra de su producción artística.
La
sensibilidad hacia la educación de la ilustre archidonesa Leonor Félix de
Morales y Cárdenas, y de su interés por acercarla a sus paisanos, le llevó a desempeñar
una persistente labor de mecenazgo, destinando parte de su patrimonio a la
creación de varias fundaciones docentes para beneficio principal de los
archidoneses: las cátedras de Moral y de Gramática (1744) y las Escuelas Pías
(1757). José Villa, en un minucioso
trabajo, detalla los pormenores que rodearon la constitución de las primeras
instituciones educativas archidonesas.
Altruismo y
filantropía mostraron un grupo de cofrades archidoneses al establecer en la
villa un hospital para auxiliar a sus convecinos y transeúntes en la enfermedad
y en la muerte. Dicha institución, denominada Hospital de la Caridad y de San
Juan Bautista, ha venido prestando su asistencia, ininterrumpidamente, durante
los últimos quinientos años. Gran parte de su devenir está descrito en el completo
trabajo de Manuel Garrido.
Continuando
con sus estudios genealógicos de los apellidos archidoneses, Alberto Castro culmina
un exhaustivo trabajo anterior, publicado en el número 18 de Rayya, sobre el linaje de los Gemar,
prosiguiendo su dilatada colaboración con la revista.
En esta
ocasión, el apartado correspondiente a Documentos para la Historia de Archidona
da a conocer el contrato y condiciones para la construcción del órgano de la
Iglesia Parroquial de Santa Ana por el organero Tomás Inés de Ortega (1789). Pese
a que aún se conserva parte de la estructura del instrumento, su deterioro
obliga, si queremos evitar su desaparición, a una profunda restauración,
siguiendo las trazas recogidas en el documento.
Concluyen
los contenidos de la revista con la reseña del libro Escritos de la Sierva de Dios Sor María del Socorro Astorga Liceras.
El pensamiento de la “monja santa” archidonesa y su vida de entrega son
comentados en la reseña que de la citada obra hace la profesora de la UMA,
Marion Reder. Sus atinadas observaciones y sugerencias servirán de guía para
realizar una provechosa lectura de los escritos de sor María del Socorro.
Un colofón,
dedicado al escultor antequerano, pero sentido archidonés, Jesús Martínez
Labrador, cierra la revista correspondiente al año 2023.
Desde el equipo de redacción, agradecemos la aportación de todas aquellas personas que
han colaborado en este nuevo número de Rayya, y aprovechamos
esta ocasión para invitar a los investigadores interesados a participar con sus
trabajos en la próxima edición
que, desde ahora, se pone en marcha.
Primera imagen: Paco Roma. Resto de imágenes: Marta Moliz.
La Biblioteca Pública Municipal Dr. Ricardo Conejo Ramilo, dependiente de la Concejalía de Cultura del Ilustre Ayuntamiento de Archidona, se complace de invitarte, a la presentación del número 19 de Rayya: Revista de investigación sobre la historia y el patrimonio de Archidona y la Comarca Nororiental de Málaga. 2.ª época.
El acto tendrá lugar en la Sala polivalente de la antigua Biblioteca Pública Municipal "Dr. Ricardo Conejo Ramilo", sita en C/ Pilarejo s/n, el próximo domingo (D.m.) 17 de diciembre a las 12:00 horas.
Saludos cordiales.
Desde
Rayya. Revista de investigación sobre la
historia y el patrimonio de Archidona y la Comarca Nororiental de Málaga,
hoy día 30 de octubre, queremos recordar y conmemorar el nacimiento de la
archidonesa Sor María del Socorro Astorga Liceras, O.M., acaecido en esta
ciudad hace 254 años, el día 30 de octubre de 1769.
A
esta religiosa, fallecida en 1814, se le abrió, el pasado día 1 de julio de
2023, la fase diocesana de su proceso de beatificación.
Fue
hija del maestro alarife Francisco de Astorga Frías y de su primera esposa
María Liceras. Sor Socorro, como cariñosamente la llaman las religiosas del
convento de Archidona, fue bautizada con el nombre de María Claudia Josefa:
En
la villa de Archidona en primero dia del mes de noviembre de millsetessientos
sesenta y nuebe años io Don Francisco Benitez cura propio de la yglesia
parroquial de mi Sra. Sta. Ana de dicha villa Baptize a Maria Claudia Josepha
hija lexitima de Francisco de Astorga y MariaLizeras su mujer naturales y
vezinos de esta villa dicho su padre declaro no haver tenido otra hija de
dichos nombres y aseguro con juramento havernasido el dia treinta de el mes de
octubre proximo pasado de dicho año fueron sus padrinos Pedro Berrocal y Andrea
Abolafia su mugervezinos de esta villa a quienes adverti el parentesco
espiritual que con sus padres an contraído y la obligasion de enseñarle a su
aijada la doctrina Christiana fueron testigos Juan de Alcantara y Josep Moiano[…][1]
En
su niñez ya mostró los dones de santidad con los que Dios la había favorecido,
y durante toda su vida padeció problemas de salud. En su infancia vivió en la
Plaza de la Iglesia, donde su padre tenía su morada, allí compartió hogar junto
a sus medio hermanos, pues su progenitor casó en segundas nupcias, siendo uno
de sus “hermanillos” el afamado escultor Juan de Astorga Cubero (1777-1849).
El
28 de agosto de 1799, entró como novicia en el Convento de Jesús María del
Socorro de Archidona, donde tomaría definitivamente los hábitos al año
siguiente, 1800.
El día 31 de marzo de 1814, falleció en olor de
santidad a los 44 años de edad.
Durante su vida como religiosa, a instancias de su
director espiritual, el padre Joaquín Tendero de Santo Tomás de Aquino, dejó
por escrito sus experiencias místicas, equiparables a la de santos como santa
Teresa de Jesús, san Juan de la Cruz y santa Teresa de Liseux.
En el Primer Capítulo General Nacional de la Orden de
los Mínimos en España, celebrado en Alcalá de Henares entre los días 21 y 25 de
mayo de 1825, en su sesión quinta, se acordó que se procediera a la
correspondiente información jurídica de la madre Sor María del Socorro Astorga
Liceras. Las diversas vicisitudes históricas de los siglos XIX y XX, impidieron
el inicio formal de su proceso, hasta el pasado día 1 de julio en que dio comienzo
oficialmente.
Sus escritos espirituales aún se conservan en el
monasterio de Archidona, al igual que sus restos mortales.
Invitamos a los lectores de este blog a visitar la iglesia del Convento de las Monjas Mínimas de Archidona, donde podrán ver la cripta y la sepultura donde descansa sor María del Socorro Astorga Liceras. Así mismo, les sugerimos la lectura del artículo publicado en nuestra revista, en el año 2014, y del libro de sus escritos, que ocupará la reseña bibliográfica del próximo número de Rayya.
-Garrido Pérez,
M.; Blanco Moyano, M.A.; Valdelomar, M.F.; Gutiérrez Sevilla, M. (2014): «Una
monja archidonesa fallecida en olor de santidad: Sor María del Socorro Astorga
Liceras (1769-1814)», Rayya: revista de investigación sobre la historia y el
patrimonio de Archidona y la comarca Nororiental de Málaga, N.º 10, 2014, pp. 179-224.
[1]Archivo Histórico Diocesano de Málaga.
Parroquia de Santa Ana de Archidona, libro de bautismos n.º 40 (1765-1770), fol.
234.
Desde el Consejo de Redacción se recuerda que el plazo para la recepción de artículos del número 19 de la Revista Rayya finaliza el próximo viernes 15 de septiembre.
Los artículos y materiales para publicación pueden remitirse a la siguiente dirección postal: Biblioteca Pública “Dr. Ricardo Conejo Ramilo” C/ Carrera, nº 1. 29300 Archidona (Málaga) o enviarse a estos correos electrónicos: revistarayya@gmail.com y biblioteca@archidona.es.
Puedes descargar las Normas de Publicación en este enlace.
BREVE ANECDOTARIO HISTÓRICO DE ARCHIDONA
Desde la Escua fundada por los Fenicios, pasando por la Arx-Dómina de la época romana y después por la Medina Arxiduna, durante la época de dominación musulmana, en Archidona, a lo largo de su dilatada historia, se han ido dejando atrás acontecimientos que de una forma u otra han marcado el devenir de la vida de sus gentes. Acontecimientos curiosos y festivos unos, dramáticos e incluso trágicos otros, pero, sin duda alguna, acontecimientos todos ellos relevantes para la vida de su población y hasta trascendentales para su desarrollo económico y social muchos de ellos.
Desde el Paleolítico Inferior, con la posible presencia de Neandertales en la Cueva de las Grajas, pasando por los Túrdulos, Griegos, Fenicios, Cartagineses, Romanos, Bárbaros y Árabes, hasta nuestros días ha llegado un legado que ha ido dejando su impronta no solo en la arquitectura y en las tradiciones, sino también en las costumbres y en la idiosincrasia de un pueblo cordial y respetuoso, un pueblo ávido de cultura.
En el año 1500 a. C. los Fenicios desembarcaron en las costas de Málaga y Granada, y fueron estos, después de establecerse en Cádiz, los que en sus incursiones comerciales llegaron a una población de Túrdulos situada en el paraje de La Hoya a la que nombraron Escua.
En el año 600 a. C. los Cartagineses
ocuparon las poblaciones del interior pasando nuestro pueblo a ser tomado por
los nuevos conquistadores.
En el año 241 a. C. tuvo lugar la
primera guerra púnica entre Roma y Cartago, una guerra en la que con toda
probabilidad participaron combatientes archidoneses.
En el año 225 a. C. al joven Aníbal
Barca, hijo de Amílcar Barca, que fue nombrado general del ejército cartaginés
con tan solo veintiséis años, se le vinculó con Escua.
En el año 215 a. C. un grupo
numeroso de marineros púnicos sublevados, huyendo de Asdrúbal Barca, hermano de
Aníbal, se apoderaron de Escua, donde se produjo una cruenta batalla de la que
terminó siendo ganador Asdrúbal.
En el año 201 a. C. comenzó la
dominación romana después de que estos derrotaran a los cartagineses en
Estepona.
En el año 142 a. C., bajo el dominio
romano, el líder lusitano Viriato se apoderó de Escua.
En el año 411 se sitúa la posible
llegada de los pueblos bárbaros, en concreto de los vándalos, a Archidona.
En el año 713 se produce la
ocupación de Archidona por los musulmanes, en concreto por Abd el Aziz, una
ocupación a la que sus moradores, asustados, no opusieron resistencia.
En el año 740 el emir Uqba, hombre
de un gran talento, nombró, tanto en Arxiduna como en Malaca y Antaquira,
jueces independientes de los caudillos militares, abrió escuelas y fundó
mezquitas.
En el año 756, el día 8 de marzo,
entró Abderramán I en Archidona, siendo coronado en la alcazaba como primer
emir de al-Ándalus.
En el año 860 piratas normandos
desembarcaron en Marbella, desde donde accedieron, entre otros lugares, a
Archidona, en la que perpetraron numerosos robos y asesinatos.
En el año 907, el gobierno de
Córdoba conquistó Archidona junto con la de Algeciras.
A finales del siglo XI, como
consecuencia de los enfrentamientos entre los califas de Córdoba y los reinos
de taifas, Archidona quedó destruida casi por completo.
En el año 1238, después de
integrarse en el reino nazarí de Granada, Archidona experimentó un crecimiento
económico.
En el año 1338 las tierras de
Archidona fueron devastadas por orden del rey Alfonso XI.
En el año 1361 los campos de
Archidona volvieron a ser arrasados, esta vez los causantes del destrozo
fueron, entre otros, el Maestre de Santiago, García Álvarez, y el de Calatrava,
García de Padilla.
En el año 1410, el día 4 de mayo,
llegaron a Archidona los hermanos del rey de Granada al mando de numerosas
tropas para ayudar a los antequeranos a defenderse de sus sitiadores.
En el año 1455 Archidona sufrió un
asedio por parte de las huestes de Enrique IV de Castilla y, ante la
imposibilidad de rendirla, talaron los montes e hicieron multitud de destrozos
en el campo.
En el año 1462 el gran maestre de
Calatrava, Pedro Girón, sitió la inexpugnable ciudad de Archidona, a lo que su
Alcaide, Ibrahim, opuso una gran resistencia que duró más de un mes. Gracias al
envío de piezas de artillería, las tropas cristianas hicieron un gran destrozo
en la fortaleza, facilitando esto el asalto y conquista definitiva por parte de
los sitiadores el día 28 de julio. Ese día, las tropas castellanas, se cobraron
la vida de más de 1.600 personas que habían resistido hasta la extenuación
defendiendo la ciudad de Archidona. Cuenta la leyenda que Ibrahim, haciendo un
derroche de osadía, le vendó los ojos a su caballo y se tiró al vacío desde el
Tajo del Moro.
En el año 1463, el día 30 de julio,
el rey Enrique IV de Castilla hizo entrega de la villa de Archidona al hijo de
su conquistador, Alfonso Téllez Girón de las Casas.
En el año 1468, el día 20 de
septiembre, el rey Enrique IV concedió a Archidona el privilegio de frontera.
En el año 1469 visitó la villa de
Archidona Enrique IV, el motivo de esa visita fue la celebración de una reunión
con Alquizorte, gobernador de Málaga.
En el año 1478, el día 7 de
noviembre, la Villa Alta mereció ser nombrada sitio de inmunidad y asilo.
En el año 1486, el día 11 de junio,
después de la conquista de Loja, la reina Isabel la Católica pasó por Archidona.
En el año 1487, el día 7 de abril,
el Rey Católico salió de Córdoba para iniciar la conquista de Vélez. A su paso
por Archidona, y acuciado por las fuertes lluvias, se vio obligado a detenerse
en la villa durante tres días. En esta visita participó en los Santos Oficios
del Jueves Santo que ese año fue el 12 de abril.
En el año 1508 se produjeron en
Archidona levantamientos y revueltas como consecuencia del empeño del Conde de
Ureña por apoderarse de la casa de Medina Sidonia.
A principios del siglo XVI dan
comienzo las obras de construcción de la iglesia de Santa Ana, construida
quizás sobre una antigua mezquita.
En el año 1512, el día 3 de mayo, el
conquistador de Málaga, Juan de Santo Domingo, perdonó al vecino de Archidona,
González Ruiz, que en la venta de Xaralte hirió mortalmente a su hermano Pedro
de Santo Domingo.
En el año 1521 aún estaba dividida
Archidona en Villa Alta y Villa Baja o Arrabal, donde ahora se sitúa la actual
Archidona.
En el año 1554 el ayuntamiento de
Archidona acordó organizar una corrida de toros y celebrar otras fiestas por el
nacimiento de un hijo del Duque de Osuna.
En el año 1563, el día 12 de
septiembre, fue bautizada en la parroquia de Santa Ana, Isabel Sarmiento, la
que fue esposa de Luis Barahona de Soto.
En el año 1579 se dictó una Real
Cédula que obligaba a Archidona, junto con otras poblaciones, a sacar 15.000
fanegas de trigo para abastecer a Málaga.
En el año 1580, el día 1 de febrero,
ante la epidemia de peste que había en Málaga, el corregidor de Archidona
propuso que se tomasen medidas para proteger la villa.
En el año 1581, el día 20 de marzo, debido
a la proximidad de la peste, se les notificó a los mesoneros que no acogieran a
forasteros sin carta de sanidad, bajo multa de 600 maravedís.
En el año 1581, el día 2 de junio,
se elevó la pena por recibir a forasteros sin carta de sanidad a 1000 maravedís
y cien azotes, además de la recomendación a los venteros de que tuvieran
recipientes con vinagre en los que lavar el dinero que recibían de los
pasajeros.
En el año 1581 el insigne poeta y
médico Luis Barahona de Soto fijó su residencia en la villa de Archidona.
En el año 1582 en el Cabildo del día
19, se hace referencia al primer reloj público instalado en la torre de la
iglesia de Santa Ana.
En el año 1583 se recrudeció la
epidemia de peste y el Concejo Municipal tuvo que volver a tomar medidas para
evitar que la peste se expandiese, medidas que no resultaron muy eficaces ya
que el contagio causó innumerables víctimas.
En el año 1583, el día 12 de agosto,
con motivo de la desaparición de la epidemia de peste se reunieron, entre otros,
el Corregidor, el Alguacil Mayor y el Prior de Santo Domingo, acordando
celebrar anualmente la fiesta de San Roque.
En el año 1583 el poeta Pedro de
Padilla, en su obra El Romancero, describió la leyenda de los dos amantes que
dieron nombre a la Peña de los Enamorados.
En el año 1585 nace en Archidona
fray Martín de León y Cárdenas.
En el año 1586 el Concejo de
Archidona propuso a Luis Barahona de Soto como regidor de la villa, siendo
aprobado el nombramiento por el Duque de Osuna.
En el año 1586, el día 2 de
noviembre, se le asignaron al preceptor Juan Rodríguez Delgado la cantidad de
3000 maravedís anuales para que se dedicara a la enseñanza de niños pobres.
En el año 1587 Isabel Sarmiento,
esposa de Luis Barahona de Soto, hizo testamento ante el escribano Hernando de
Santisteban, disponiendo que fuese enterrada en el convento de Santo Domingo.
En el año 1606, el día 28 de marzo,
se leyó en el Cabildo una provisión firmada por Catalina Enríquez de Rivera, esposa
del Duque de Osuna, en la que le exigía al Corregidor que no se permitiera
entrar en la Iglesia Mayor de Archidona a ninguna persona que llevase una silla
consigo para evitar el escándalo que estas producían.
En el año 1612, el día 6 de
noviembre, el ayuntamiento tomó la decisión de adornar las calles con motivo
del paso del rey Felipe III por la villa en su viaje desde Sevilla a Granada.
En el año 1620, el día 4 de marzo,
el ayuntamiento, avisado por el corregidor de Antequera, dio la alarma de la
presencia de una plaga de langostas.
En el año 1620, el día 26 de marzo,
en vista de la ineficiencia de las medidas tomadas para erradicar la plaga de
langostas, el Cabildo decidió hacer las gestiones necesarias para solicitar los
servicios de un padre de la Orden del Seráfico Padre San Francisco ya que se sabía
que este padre tenía poderes para conjurar la plaga.
En el año 1620, el día 19 de mayo,
posiblemente después de haberse erradicado la plaga, se llegó al acuerdo por
parte del Cabildo eclesiástico y del seglar de establecer el día 15 de
diciembre como fiesta.
En el año 1625, el día 23 de
septiembre, se hizo oficial el nombramiento del primer cartero de Archidona,
siendo nombrado para el cargo el procurador Juan de Miranda, haciéndose cargo
de la estafeta. Se le asignó un salario de cien reales anuales.
En el año 1639, según un censo
manuscrito, la población de esa fecha en Archidona era de mil sesenta y ocho
personas.
En el año 1657, en el Cabildo del
día 11 de noviembre, se decidió hacerse con los servicios del que fuera primer
cirujano de la villa, Simón de Padilla.
En el año 1733 falleció José Téllez
Girón, duque de Osuna y señor de la villa de Archidona, celebrándose en la
villa las honras fúnebres el día 12 de abril.
En el año 1741 llevaba poco tiempo
funcionando el primer hospital de Archidona, estaba situado en la Ermita de San
Juan Bautista y estaba dirigido por el hermano Juan del Espíritu Santo.
En el año 1757 por iniciativa del
sacerdote Salvador Delgado y Orbaneja se fundaron las Escuelas Pías. Las
primeras clases se dieron en dos casas, que primero fueron alquiladas y después
compradas, junto a la Ermita de Jesús Nazareno. El 15 de noviembre de 1794 se
terminó la construcción que ha llegado hasta nuestros días.
En el año 1769, el día 2 de enero,
se acordó que se hicieran vestidos y mazas para los recién nombrados maceros,
ya que estos darían mayor decencia y lucimiento a los actos públicos del
ayuntamiento.
En el año 1780 se iniciaron las
obras para construir la Plaza Ochavada, cuyo primer nombre fue Plaza de la
Constitución y más tarde Plaza Real.
En el año 1799, el día 26 de marzo,
los capitulares decidieron castigar con un ducado a los mesoneros y molineros
que no matasen a cuatro docenas de gorriones.
En el año 1801, el día 23 de
septiembre, las campanas de todas las iglesias de Archidona estuvieron doblando
por la muerte de la madre del Duque de Osuna.
En el año 1805 se ajusticiaron en
Archidona dos reos, para lo que se tuvo que construir un cadalso.
En el año 1806, el día 25 de
febrero, el alcalde don José Ziézar comunicó que la madera del cadalso se
estaba deteriorando por todo el tiempo que llevaba a la intemperie ya que
ningún vecino quería comprarla. Se hizo una propuesta para que dicha madera se
utilizara en la remodelación de una escuela de niñas que estaba en estado
ruinoso.
En el año 1810, el día 4 de febrero,
un grupo de campesinos archidoneses se desplazaron hasta la Boca del Asno para
avisar a las tropas malagueñas de la llegada de los franceses.
En el año 1810, el día 15 de marzo,
pasó por la villa de Archidona José I, rey de España.
En el año 1810 el ayuntamiento
contrató los primeros funcionarios públicos. Fueron nombrados dos
“dependientes” con un sueldo de seis reales diarios.
En el año 1812, a primeros de
septiembre, las tropas francesas al mando del general Semele, saquearon la
villa de Archidona.
En el año 1812, el día 7 de
noviembre, desde un escenario montado en la plaza se leyó públicamente la
Constitución de 1812 y el Mandamiento de la Regencia del Reino. Constitución
que fue derogada el día 4 de mayo de 1814.
El día 19 de mayo de 1914 se quemaron en la Plaza Ochava los ejemplares
de la antigua constitución después de un solemne Te Deum celebrado en la
Parroquia.
En el año 1813, el día 1 de
septiembre, «don José de Reyna Gémar y don Nicolas Arteaga, síndicos del
ayuntamiento, presentaron un escrito ante los capitulares en el cual se
quejaban del mal trato que los jornaleros tenían por parte de las autoridades,
proponiendo, al mismo tiempo, que se arreglara este problema e insinuando que
de siempre se les había dado a los jornaleros la tierra de labor.
Todos los presentes se manifestaron
de acuerdo con lo expuesto por los síndicos, pero poco o nada debió hacerse,
cuando en el 23 de octubre de 1817 se fechó un escrito en el que, “…se tuvo,
con respecto al grande número de vecinos pobres de solemnidad que constan del
padrón, que se hace difícil pueda sostenerse por el corto número de pudientes
que hay: a que contestaron dichos señores que los trecientos sesenta y ocho
vecinos expresados, pedían limosna, sosteniéndose de ella, y, que, de los
cuatrocientos setenta que se registran por jornaleros, la mayor parte también
la piden en muchas temporadas, por no haber en la villa, y sus pueblas, más tráfico
que la labor”».
En el año 1814 se declaró abierto el
cementerio de Archidona para lo que fuere menester.
En el año 1817, el día 10 de julio,
nació en Archidona el poeta e historiador Miguel Lafuente Alcántara.
En el año 1819, el día 24 de mayo,
se concedió la primera licencia para vender helados a favor de Miguel Isidoro
Reina.
En el año 1823, el día 3 de enero,
se dividió la villa de Archidona en dos barrios, el barrio de San Sebastián y
el de San Juan. Estos dos barrios estaban separados por la calleja del Hospicio,
la calle del Colegio, la calle Fuente Nueva y la calle Puentezuela hasta la
fuente de Antequera.
En el año 1824, los días 19 y 23 de
septiembre, azotaron Archidona dos importantes tormentas que produjeron
innumerables daños, arruinando numerosas viviendas.
En el año 1825, el día 24 de agosto,
nació en Archidona el académico de la Lengua y de la Historia José Godoy
Alcántara.
En el año 1853 hubo una gran nevada. La nieve llegó a alcanzar una vara (0,835m) de altura, siendo un invierno extraordinariamente frío.
En el año 1862, el día 20 de abril, se le concedió a Archidona el establecimiento de una estación de telégrafos, correspondiendo al ayuntamiento proporcionar un local adecuado.
En el año 1862, el día 15 de
octubre, se produjo un robo en la iglesia de Santa Ana, llevándose los ladrones
joyas y efectos de culto.
En el año 1869, el día 8 de
noviembre, se abrió el trayecto en ferrocarril de Antequera a Archidona.
En el año 1884, el día 25 de
diciembre, se produjo un fuerte terremoto en Archidona, ocasionando importantes
daños materiales.
En el año 1886 se creó la Revista de
Archidona, saliendo su primer número el día 14 de noviembre.
En el año 1897 se fundó la Compañía
Eléctrica de Archidona. El día 14 de agosto de ese mismo año se consiguió
alumbrar los Cuatro Cantillos con una bombilla eléctrica.
En el año 1901, el día 9 de
diciembre, se recibió en el ayuntamiento de Archidona el Real Decreto en que se
le notificaba la concesión del título de ciudad.
En el año 1936, el día 24 de julio,
Archidona fue tomada por milicianos republicanos y a mediados de agosto cayó en
manos del bando sublevado. Hasta el año 2007 se han contabilizado en Archidona
125 fusilados enterrados en fosas comunes, siendo uno de los lugares de la
provincia de Málaga con la cifra más alta.
En el año 1980 Archidona fue
declarada patrimonio histórico-artístico.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Conejo Ramilo, R. (1973): Historia de Archidona, Editorial Anel, Granada.
Diaz de
Escobar, N. (1904): Anales Históricos Malagueños,Tipografía La
Equitativa, Málaga.
Diaz de
Escobar, N. y Diaz Serrano, J. M. (1915): Efemérides de Málaga y su
Provincia, Tipografía de la Unión Mercantil, Málaga.
Pablo Garrido manifestó el interés de su concejalía por la continuidad de Rayya y el propósito de ratificar en la dirección de la misma a su actual equipo de edición (Juan Luis Espejo, Sole Nuevo y Marta Moliz). Igualmente, expresó su compromiso de participar activamente en el proceso de elaboración de la revista.
Desde Rayya, agradecemos a la corporación saliente la atención y colaboración prestada y deseamos a la corporación entrante una atinada gestión y buen gobierno.
Queremos agradecer, como se detalla a continuación, a todas las personas, asociaciones, bibliotecas y clubs que han participado con su foto en dar visibilidad a nuestro Archivo Histórico Municipal de Archidona, el cual ha estado presente en la muestra expositiva en calle Alcazabilla de Málaga con la Carta de privilegio y confirmación de Felipe III, organizada para celebrar el día Internacional de los Archivos. Así, secundando el lema de la exposición Salimos a tu encuentro, pretendemos compartir nuestro legado, que es de todos.
Alberto J. Castro Tirado
Paco Garrido
Mari Carmen Lara
Dulce Villodres Jiménez
Marcos Miranda Rubio
Rubén Camacho Fernández
Asociación Andaluza de
Bibliotecarios
Eva Morales
Eva Salazar
Alexandra Corral
Victor Nuevo Ábalos
Tonia Morales
Francisco Jiménez Aguilera
Biblioteca de Málaga. Biblioteca
Pública del Estado.
Club de Lectura de Archidona
José Vicente Astorga Morales
Manolo Garrido Pérez
Y, muy especialmente, mostrar nuestra gratitud por esta iniciativa a los archivos: Archivo Histórico Provincial de Málaga, Archivo Municipal de Málaga y Archivo Diputación Provincial de Málaga.
Con el deseo y ruego de que esta muestra pueda ser itinerante y llegue a todos los municipios que han participado en la misma.
9 DE JUNIO, DÍA INTERNACIONAL DE LOS ARCHIVOS
Con ese propósito, hemos
colaborado con el Archivo Histórico Provincial de Málaga, junto con otros archivos de la capital y de la
provincia, en la muestra expositiva de más de una treintena de imágenes digitalizadas
procedentes de los fondos documentales malagueños.
La exposición se inauguró
el pasado 2 de junio en calle Alcazabilla, en plena vía pública, y permanecerá abierta
hasta el día 18 del presente. Con nuestra participación, pretendemos dar a
conocer y visibilizar un ejemplo del valioso patrimonio documental que custodia
nuestro Archivo Histórico Municipal, secundando el lema de la exposición: Salimos a tu encuentro, para compartir nuestro legado, que es de
todos.
Dicha actividad se encuadra dentro de la Semana
Internacional de los Archivos, que este año tiene lugar entre los días 5 y 11 de junio, coincidiendo con la conmemoración del 75
aniversario de la fundación del Consejo Internacional de Archivos.
Te invitamos a que visites dicha muestra y te hagas una foto junto al panel del documento que representa a nuestro pueblo, la Carta de privilegio y confirmación de Felipe III, y la envíes a revistarayya@gmail.com, o al número de WhatsApp 671969333, para luego publicarla en nuestro blog: https://revistarayya.blospot.com y en nuestras redes sociales.
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#Archidona
#ArchivodeArchidona
En torno a una revista cofrade
José Jiménez Guerrero
Doctor en Historia
En la historia
más cercana, la Agrupación de Cofradías de Archidona ha optado -a semejanza de
lo realizado por otras entidades similares-fundamentalmente por tres medios
para anunciar la celebración pasionista: cartel, pregón y revista.
No es este el
momento ni el lugar para referenciar las características del cartel y del pregón
del año en curso. Si el primero de ellos anuncia de una manera plástica la llegada
de la festividad más esperada del año (en este caso gracias a la labor de María José Paneque Salazar), el pregón (en esta ocasión
pronunciado por Antonio Nuevo Garcés) anuncia, con la voz y el sentimiento
lo que se conmemorará en las calles y plazas de Archidona durante la Semana
Santa.
Cartel y pregón han sido protagonizados por artista y
cofrade local. Bien está. No se trata de un mal entendido localismo,
sino que considero que es algo así como premiar la labor y el trabajo de
quienes sienten y viven esta singular tradición de la manera y el modo como lo
aprendieron de sus mayores en su localidad de origen.
Y la revista.
La revista Los
Campanilleros unifica a la Semana Santa de Archidona, suma y no resta.
Son tres
momentos, tres escalones que cada año se suben con renovada ilusión: cartel,
pregón y revista. Y en consonancia con ellos, la Semana Santa, como dijo el
poeta, “nos asalta en primavera”.
Como cada
Cuaresma, mi querido y admirado amigo, el doctor en Historia Juan Luis Espejo
Lara, me regala la revista Los Campanilleros.
Quiero comenzar
afirmando que a esta publicación se le queda corto el calificativo de
‘cofrade’. Y me explico.
Por regla
general, las ediciones escritas de información relativa a cofradías y
hermandades se circunscriben a dar a conocer, bien lo realizado por las
distintas fraternidades, o aquello que está por venir. Y Los Campanilleros,
como publicación cofrade, asume esta realidad, pero a ello aporta un plus.
Llaman
poderosamente la atención, en primer lugar, el formato, la maquetación y la
composición realizada en esta, que lo es, Revista Oficial de la Agrupación de
Cofradías de Archidona. Las nuevas maneras de entender y dar a conocer mediante
la imagen y el texto, aunados en prodigiosa armonía, lo que se quiere
transmitir, se evidencian en el trabajo que los encargados de esta parcela han
llevado a cabo en la publicación. Escogidas fotografías, reproducciones de
imágenes, enseres, etc., aportan una visualización que atrapa la atención en
cada página. Nada queda al azar. Todo tiene un sitio y un porqué.
En el sumario no
faltan los clásicos apartados de una revista cofrade: Salutaciones, Agrupación
o Cofradías. Echo de menos que revistas de semejante hechura hayan optado
algunos años por obviar en la publicación información relativa a la historia de
las distintas fraternidades. Es algo que estimo esencial. Considero que no se
debe tener objeción alguna en ‘repetir’ esta sección.
Tal vez, uno de los
bloques con más originalidad y de mayor impacto es el que lleva por título ‘La
imagen contada’. Todo un acierto su inclusión entre las páginas de la revista
ya que aporta una nueva visión de la celebración pasionista.
Se trata de la
publicación de un texto realizado por diversos autores, alusivo a una
fotografía en concreto. Es algo así como transportar a ‘lo cofrade’ lo que se
ha venido en llamar ‘foto historia’. La diversidad se adueña de unas páginas en
las que conviven con armonía instantáneas que evocan el recuerdo de lo vivido, el
sentimiento ante la presencia de una imagen, la mirada al pasado hacia lo que
significaba la música en los cortejos procesionales o la recuperación, aunque
efímera, de las celebraciones pasionistas en 1934, en plena Segunda República.Un
dato importante. Se debe resaltar que en Archidona ese año sí se contó con la
presencia de imágenes pasionistas en la celebración de la Semana Santa, algo
que en Málaga no se llevó a cabo hasta 1935. Tal y como sucedió el año anterior
en Archidona, las autoridades, dependientes del Gobierno Radical-Cedista lo
favorecieron.
El colofón lo completa
las ‘Indagaciones’ que aporta el subtítulo de Historia, Arte y Tradiciones. En
estos tres términos están compendiadas las características de unos artículos de
temática diversa.
Y quiero
resaltar dos de ellos. El primero, referido al Arte, analiza la platería
antequerana en las cofradías de Archidona; el segundo (siguiendo la línea
marcada en números anteriores) lleva por título ‘Archidona en el siglo de las
luces’. Un estudio que, considero, no debería quedar circunscrito a esta
publicación. Un cúmulo de información sobre la Historia de la localidad, que
aporta un apéndice bibliográfico y un cronograma de hechos históricos realmente
notables y que permite analizar en paralelo -historia comparada- lo sucedido en
España y lo acaecido en el mismo tiempo en Archidona. El desplegable es
realmente sorprendente.
Finalmente,
quiero destacar lo aportado en esta publicación por los que considero “notarios
de la imagen vivida”: los fotógrafos. Ellos realizan una impagable labor.