En torno a una revista cofrade
José Jiménez Guerrero
Doctor en Historia
En la historia
más cercana, la Agrupación de Cofradías de Archidona ha optado -a semejanza de
lo realizado por otras entidades similares-fundamentalmente por tres medios
para anunciar la celebración pasionista: cartel, pregón y revista.
No es este el
momento ni el lugar para referenciar las características del cartel y del pregón
del año en curso. Si el primero de ellos anuncia de una manera plástica la llegada
de la festividad más esperada del año (en este caso gracias a la labor de María José Paneque Salazar), el pregón (en esta ocasión
pronunciado por Antonio Nuevo Garcés) anuncia, con la voz y el sentimiento
lo que se conmemorará en las calles y plazas de Archidona durante la Semana
Santa.
Cartel y pregón han sido protagonizados por artista y
cofrade local. Bien está. No se trata de un mal entendido localismo,
sino que considero que es algo así como premiar la labor y el trabajo de
quienes sienten y viven esta singular tradición de la manera y el modo como lo
aprendieron de sus mayores en su localidad de origen.
Y la revista.
La revista Los
Campanilleros unifica a la Semana Santa de Archidona, suma y no resta.
Son tres
momentos, tres escalones que cada año se suben con renovada ilusión: cartel,
pregón y revista. Y en consonancia con ellos, la Semana Santa, como dijo el
poeta, “nos asalta en primavera”.
Como cada
Cuaresma, mi querido y admirado amigo, el doctor en Historia Juan Luis Espejo
Lara, me regala la revista Los Campanilleros.
Quiero comenzar
afirmando que a esta publicación se le queda corto el calificativo de
‘cofrade’. Y me explico.
Por regla
general, las ediciones escritas de información relativa a cofradías y
hermandades se circunscriben a dar a conocer, bien lo realizado por las
distintas fraternidades, o aquello que está por venir. Y Los Campanilleros,
como publicación cofrade, asume esta realidad, pero a ello aporta un plus.
Llaman
poderosamente la atención, en primer lugar, el formato, la maquetación y la
composición realizada en esta, que lo es, Revista Oficial de la Agrupación de
Cofradías de Archidona. Las nuevas maneras de entender y dar a conocer mediante
la imagen y el texto, aunados en prodigiosa armonía, lo que se quiere
transmitir, se evidencian en el trabajo que los encargados de esta parcela han
llevado a cabo en la publicación. Escogidas fotografías, reproducciones de
imágenes, enseres, etc., aportan una visualización que atrapa la atención en
cada página. Nada queda al azar. Todo tiene un sitio y un porqué.
En el sumario no
faltan los clásicos apartados de una revista cofrade: Salutaciones, Agrupación
o Cofradías. Echo de menos que revistas de semejante hechura hayan optado
algunos años por obviar en la publicación información relativa a la historia de
las distintas fraternidades. Es algo que estimo esencial. Considero que no se
debe tener objeción alguna en ‘repetir’ esta sección.
Tal vez, uno de los
bloques con más originalidad y de mayor impacto es el que lleva por título ‘La
imagen contada’. Todo un acierto su inclusión entre las páginas de la revista
ya que aporta una nueva visión de la celebración pasionista.
Se trata de la
publicación de un texto realizado por diversos autores, alusivo a una
fotografía en concreto. Es algo así como transportar a ‘lo cofrade’ lo que se
ha venido en llamar ‘foto historia’. La diversidad se adueña de unas páginas en
las que conviven con armonía instantáneas que evocan el recuerdo de lo vivido, el
sentimiento ante la presencia de una imagen, la mirada al pasado hacia lo que
significaba la música en los cortejos procesionales o la recuperación, aunque
efímera, de las celebraciones pasionistas en 1934, en plena Segunda República.Un
dato importante. Se debe resaltar que en Archidona ese año sí se contó con la
presencia de imágenes pasionistas en la celebración de la Semana Santa, algo
que en Málaga no se llevó a cabo hasta 1935. Tal y como sucedió el año anterior
en Archidona, las autoridades, dependientes del Gobierno Radical-Cedista lo
favorecieron.
El colofón lo completa
las ‘Indagaciones’ que aporta el subtítulo de Historia, Arte y Tradiciones. En
estos tres términos están compendiadas las características de unos artículos de
temática diversa.
Y quiero
resaltar dos de ellos. El primero, referido al Arte, analiza la platería
antequerana en las cofradías de Archidona; el segundo (siguiendo la línea
marcada en números anteriores) lleva por título ‘Archidona en el siglo de las
luces’. Un estudio que, considero, no debería quedar circunscrito a esta
publicación. Un cúmulo de información sobre la Historia de la localidad, que
aporta un apéndice bibliográfico y un cronograma de hechos históricos realmente
notables y que permite analizar en paralelo -historia comparada- lo sucedido en
España y lo acaecido en el mismo tiempo en Archidona. El desplegable es
realmente sorprendente.
Finalmente,
quiero destacar lo aportado en esta publicación por los que considero “notarios
de la imagen vivida”: los fotógrafos. Ellos realizan una impagable labor.